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miércoles, 1 de julio de 2015

Camino Neocatecumenal de Jerez,Cadiz y Ceuta, Sobre la Gran Misión


Nota de Prensa: Camino Neocatecumenal de Jerez,Cadiz y Ceuta, Sobre la Gran Misión


CHIPIONA.ORG Wed, 03 Jun 2015 22:46:00


El Camino Neocatecumenal ha realizado durante estos Domingos de Pascua, una Misión de Evangelización - ya llevada a cabo en años anteriores – en plazas de algunas localidades de nuestras Diócesis (Asidonia-Jerez, Cádiz y Ceuta), correspondientes a las provincias de Cádiz y Ceuta; concretamente han sido veintiocho plazas, en las cuales se ha anunciado a Jesucristo Resucitado, transmitiendo la alegría de la resurrección que el Señor concede a nuestras vidas.

En localidades como Jerez, El Puerto de Santa María, Chipiona, Arcos, Cádiz, San Fernando, Algeciras o la propia Ciudad Autónoma de Ceuta, hemos pretendido llevar la alegría pascual de Cristo, resucitado de la muerte, a aquellas personas que pudieran encontrarse en estado de desesperanza en la vida y acercarles la Buena Noticia (Kerygma) con una predicación sencilla y que nace de una experiencia personal en la Fe.

Intentamos aportar nuestro granito de arena evangelizador, tal y como el Papa Francisco ha expresado en repetidas ocasiones, con claras invitaciones a acudir a las periferias de nuestros barrios y ciudades.

Destacar la comunión y disponibilidad de los hermanos de las comunidades que se han ofrecido a predicar en las plazas de diferentes localidades recorriendo muchos kilómetros; en algunos casos, ni siquiera la lluvia – que cayó en la provincia un domingo de Pascua - frenó el celo por el Anuncio del Evangelio. 

La experiencia general de los hermanos ha sido la necesidad de evangelizar y el fruto recibido: La propia Palabra predicada que es sembrada y se realiza también en nosotros, recibiendo el ciento por uno.

San Fernando, 24 de mayo de 2015

Fuente: Camineo.info / Publicado 01/07/2015 11:03am Venezuela

miércoles, 24 de junio de 2015

Iniciador del Camino Neocatecumenal narra su conversión en nuevo libro

Iniciador del Camino Neocatecumenal narra su conversión en nuevo libro


Iniciador del Camino Neocatecumenal narra su conversión en nuevo libro

MADRID, 28 Nov. 12 / 08:02 am (ACI/EWTN Noticias).- El iniciador del Camino Neocatecumenal, el español Kiko Argüello, relató en el libro “El Kerigma, en las chabolas con los pobres”, cómo logró encontrar a Jesús en medio de una fuerte crisis existencial.

“El Kerigma” es el primer libro escrito por Argüello, y fue recientemente publicado por la editorial BuenasLetras.

Argüello relata en su escrito que “en un momento trágico de mi existencia, entré en mi cuarto, cerré la puerta y grité a ese Dios: ‘¡Si existes, ven!, ¡ayúdame porque ante mí tengo la muerte!’”.

“Había muerto interiormente y estaba literalmente sorprendido de que la gente fuese capaz de vivir cuando yo no era capaz de hacerlo” escribió, y recordó que “la gente se ilusionaba por el fútbol, el cine. Sin embargo, a mí esas cosas no me decían nada”.

“Me preguntaba: ‘¿Pero cómo vive la gente?, ¿cómo logra vivir la gente?’. Veía a la gente normal y pensaba: ‘¿Pero no se preguntan: quién soy, quién me ha creado, qué es la vida?’, ‘¿es que la gente no se plantea esos problemas?’, ‘¿no será que estoy un poco loco, que soy un narcisista, un tipo raro?’” se cuestionaba.

Para él, recuerda, “no era indiferente si Dios existía o no existía, sino que era una cuestión de vida o muerte”.

El Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de losSacramentos en el Vaticano, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, señaló en el prólogo del libro que “el Camino Neocatecumenal un don que el Espíritu Santo ha hecho a la Iglesia en el postconcilio, como vía o itinerario para la iniciación o reiniciación cristiana, y como instrumento para impulsar una nueva y vigorosa evangelización”.

Por su parte, el Arzobispo de Viena (Austria), Cardenal Christoph Schönborn, escribió que “la catequesis de Kiko que se publica aquí representa una fuerte ‘instrucción para discípulos’. Es una llamada a la conversión personal. De esta catequesis me impresiona el hecho de que muestra claramente –y personalmente también a mí– que sin conversión personal no se puede evangelizar. El misionero tiene que ser evangelizado él primero”.

En efecto, Kiko Argüello señala en su libro que “es necesario pasar en la parroquia de una pastoral de sacramentalización a una pastoral de evangelización. Porque si la parroquia tiene, supongamos, un territorio con unas quince mil personas, de éstas sólo un diez, un cinco por ciento, sigue viniendo a Misa el domingo”.

“Todavía hay un grupo de gente que se casa por la Iglesia, que bautiza a sus hijos, etc., pero hay otra enorme cantidad de gente que ya no va a la iglesia. ¿Cómo llegar a tanta gente secularizada?”, cuestionó.

Una respuesta, para el autor es que “en los Hechos de los Apóstoles se dice cómo: mediante los milagros. En los Hechos cada kerigma va precedido por un milagro que crea estupor, que crea sorpresa, que abre el oído a las personas, que las prepara a escuchar. Porque la fe viene a través del oído. (…) Son milagros que preparan a la gente a escuchar el anuncio de la Buena Noticia, de la gran noticia que salva al mundo”.

El libro de Kiko Argüello puede ser adquirido a través del sitio web:http://kerigmaenlaschabolas.buenasletras.com/

Fuente: Aciprensa.com
Publicado: 24/06/2015 5:39pm

Papa Francisco: El Camino Neocatecumenal hace un gran bien a la Iglesia.

Papa Francisco al Camino Neocatecumenal: ¡Cuánta necesidad tiene el hombre de hoy de sentir que Dios lo ama!


El Papa Francisco saluda a Kiko Argüello esta mañana en el Aula Pablo VI en el Vaticano. Foto Daniel Ibáñez / ACI Prensa
El Papa Francisco saluda a Kiko Argüello en el Aula Pablo VI en el Vaticano. 
Foto Daniel Ibáñez / ACI Prensa

VATICANO, 06 Mar. 15 / 09:39 am (ACI).- El Papa Francisco recibió este viernes a miles de fieles del Camino Neocatecumenal, incluyendo a 200 familias de este movimiento que irán en misión a diversos países del mundo. En su discurso, el Santo Padre les recordó la urgencia de anunciar el Evangelio y afirmó que las personas en la actualidad necesitan saber que Dios las ama y que el amor es realmente posible.
A continuación y gracias a Radio Vaticano, el texto completo de las palabras del Santo Padre:
Queridos hermanos y hermanas, buenos días a todos, y gracias, muchas gracias
Los saludo a todos cordialmente y ante todo quiero decirles gracias por haber venido a encontrarse con el Papa. La tarea de Pedro es la de confirmar a los hermanos en la fe. Así también ustedes con este gesto han querido pedirle al Sucesor de Pedro confirmar su llamada, sostener su misión, bendecir su carisma. Y yo hoy confirmo vuestra llamada, sostengo vuestra misión y bendigo vuestro carisma.
¡Y lo quiero hacer! Lo hago, no porque él me ha pagado (señalando al fundador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello): ¡no! Lo hago porque quiero hacerlo. Irán en nombre de Cristo a todo el mundo a llevar su Evangelio: ¡Que Cristo los preceda, los acompañe y haga cumplir esa salvación de la cual son portadores!
Juntos a ustedes saludo a los cardenales y a los obispos que los acompañan hoy y que en sus diócesis apoyan su misión. En particular, saludo a los iniciadores del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello y Carmen Hernández, junto con el Padre Mario Pezzi: también a ellos les expreso mi aprecio y mi aliento por todo lo que, a través del Camino, están haciendo en beneficio de laIglesia. Yo digo siempre que el Camino Neocatecumenal hace un gran bien a la Iglesia.
Nuestro encuentro de hoy es un envío misionero, en obediencia a lo que Cristo nos ha pedido: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado se salvará» (Mc 16, 15-16).
Y estoy muy contento de que esta misión suya se desarrolle gracias a familias cristianas que, reunidas en comunidad, tienen la misión de dar los signos de la fe que atraen a los hombres hacia la belleza del Evangelio, según las palabras de Cristo: «Ámense como yo les he amado;  en esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos», (cfr. Jn 13,34), y «Que todos sean uno… para que el mundo crea» (cfr. Jn 17,21).
Estas comunidades, llamadas por los obispos, están formadas por un presbítero y por cuatro o cinco familias, con hijos también grandes, y constituyen una “missio ad gentes”, con un mandato a evangelizar a los no cristianos. Los no cristianos que nunca han escuchado hablar de Jesucristo y los muchos no cristianos que han olvidado quién era Jesucristo: “no cristianos bautizados” a quienes la secularización, la mundanidad y tantas otras cosas han hecho que olviden la fe. ¡Despierten esa fe!
Pues, aún antes que con la palabra, es con su testimonio de vida que manifiestan el corazón de la revelación de Cristo: que Dios ama al hombre hasta entregarse a la muerte por él y que ha sido resucitado por el Padre para darnos la gracia de dar nuestra vida a los demás.
De este gran mensaje el mundo de hoy tiene una extrema necesidad. ¡Cuánta soledad, cuánto sufrimiento, cuánto alejamiento de Dios en tantas periferias de Europa y de América y en tantas ciudades de Asia! ¡Cuánta necesidad tiene el hombre de hoy, en toda latitud, de sentir que Dios lo ama y que el amor es posible! Estas comunidades cristianas, gracias a ustedes, familias misioneras, tienen la tarea esencial de hacer visible este mensaje. ¿Y cuál es el mensaje? Cristo está resucitado, Cristo vive, Cristo está entre nosotros.
Ustedes han recibido la fuerza de dejar todo y de partir hacia tierras lejanas gracias a un camino de iniciación cristiana, vivido en pequeñas comunidades, en las que han vuelto a descubrir las inmensas riquezas de su Bautismo. Este es el Camino Neocatecumenal, un verdadero don de la Providencia a la Iglesia de nuestro tiempo, como ya lo han afirmado mis Predecesores; especialmente San Juan Pablo II cuando dijo: “Reconozco el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos de hoy” (Epist Siempre 30 de agosto de 1990: AAS 82 [1990], 1515).
El Camino se basa en aquellas tres dimensiones de la Iglesia que son la Palabra, la Liturgia y la Comunidad. Por eso la escucha obediente y constante de la Palabra de Dios; la celebración eucarística en pequeñas comunidades después de las primeras Vísperas del domingo, la celebración de los laudes enfamilia en la jornada del domingo con todos los hijos, y el compartir la propia fe con otros hermanos, originan los muchos dones que el Señor les ha prodigado, así como las numerosas vocaciones al presbiterio y a la vida consagrada. Ver todo esto es un consuelo, porque confirma que el Espíritu de Dios está vivo y operante en su Iglesia, también hoy, y que responde a las necesidades del hombre moderno.
En varias ocasiones he insistido en la necesidad que tiene la Iglesia de pasar de una pastoral de simple conservación a una pastoral decididamente misionera (cf. ibíd., N. Evangelii gaudium, 15). Es lo más importante que debemos hacer si no queremos que las aguas se estanquen en la Iglesia. Cuántas veces, en la Iglesia, tenemos a Jesús dentro y no lo dejamos salir… ¡Cuántas veces! Esta es la cosa más importante por hacer si no queremos que las aguas se estanquen en la Iglesia.
El Camino desde hace años está realizando estas missio ad gentes entre los no cristianos, para una implantatio Ecclesiae, una nueva presencia de Iglesia, allí donde la Iglesia no existe o ya no es capaz de llegar a la gente.
“¡Cuánta alegría nos dan con su presencia y actividad!” -  les dijo el beato Papa Pablo VI en la primera audiencia con ustedes (8 de mayo 1974: Enseñanzas del Papa Pablo VI, XII [1974], 407). También yo hago mías estas palabras y los animo a seguir adelante, confiándolos a la Santísima Virgen María, que inspiró el Camino Neocatecumenal. Ella intercede por ustedes delante de su Hijo divino.
Queridísimos, que el Señor los acompañe. ¡Vayan con mi Bendición!
Fuente: Aciprenso.com
Publicado por:24/06/2015 5:34PM

viernes, 5 de junio de 2015

La aventura de evangelizar China en familia

La aventura de evangelizar China en familia

"Mamá, hay que evangelizar a estas personas, estos niños no pueden morir en vano"


spanish family in mission in china

Irene e Israel, con sus entonces cinco hijos, llegaron hasta China para evangelizar como familia en misión. Ahora están de regreso en España, porque a Irene se le complicó el embarazo y la única opción que les daban en China era abortar. 


«Mamá, hemos encontrado una bolsa con un bebé muerto y el corazón fuera»: es lo que dijeron los hijos de Irene e Israel cuando se encontraron, entre unos arbustos, a un feto de ocho meses con la placenta aún cubriéndole mientras jugaban en el parque. «No se me olvidará en la vida», recuerda Irene.


Irene e Israel son un matrimonio del Camino Neocatecumenal que partió hace cinco años a China como familia en misión. Irene explica que, en China, «el aborto es el cáncer de la sociedad». Y cuenta cómo a sus hijos «les impactó tanto verlo tan indefenso, que me decían: Mamá, es verdad que hay que evangelizar a estas personas, porque estos niños no pueden morir en vano. ¿A estas mujeres, por qué las obligan a abortar?»
Irene afirma que, al día siguiente, cuando los niños tenían que ir al colegio después de las vacaciones de Año Nuevo, «les preguntamos si les costaba ir y ellos decían: No, tenemos que ir por Mateo –el nombre que le pusieron al bebé– y por todos los niños que sufren como Mateo, es necesario que nos vean, que vean el amor de Dios en nosotros».
Fue precisamente este problema del aborto fue lo que les obligó a regresar a España. «Mi mujer estaba embarazada y tiene muchos problemas en los embarazos. La única solución que le daban allí era el aborto. Así que nos vinimos a tener el hijo a España. Después de eso tuvimos otro», asegura Israel, convencido.
«Como no entendía a la profesora, me pegó»
La misión apostólica de estas familias se hace extensible a todos sus miembros. «El primer día que llegamos al colegio no sabíamos nada de chino. La profesora hablaba, pero como no la podíamos entender, no la obedecíamos, así que me pegó».



Habla Loreto, la segunda de la familia, que ahora tiene 10 años. «Mi hermana la intentó apartar y la profesora la empujó y la tiró al suelo. Se lo contamos a nuestros padres y nos dijeron que rezáramos. Después de comer mi madre habló con ella».


Irene, su madre, completa la historia: «Nuestros hijos han vivido muchas dificultades, porque allí las escuelas son como un régimen militar, muy disciplinados. Los profesores tienen carta blanca para agredir a los alumnos y esto, nuestros hijos, lo han sufrido en primera persona».



A pesar de las dificultades, ellos han podido encauzarlo «rezando mucho, porque lo que te sale de tu corazón humano es bajar y montar un numerito. Pero, gracias a Dios, pudimos hacerlo bien, y pedir perdón a la profesora por si nuestros hijos habían hecho algo mal. Hemos visto que, yendo siempre con la ayuda del Señor por delante, los niños han salido vencedores de todas las situaciones con las que se han encontrado».


Y es que con los niños hay que tener especial atención ya que, por desgracia, el mercado de tráfico de órganos del país cotiza a la alza los de los niños. «Desde el principio nos recomendaron que tuviéramos un cuidado extremo con ellos», explica Irene. Las personas de clases más altas prefieren órganos de niños extranjeros, pues se les presupone más sanos y cuidados; por eso, «cuestan el doble», asegura la madre.

No es la única dificultad que han vivido: «Nos han pinchado el teléfono, nos han seguido… incluso una vez nos paró la policía volviendo de una Eucaristía para interrogar al taxista que nos llevaba a casa», cuenta Irene. «Siempre tenemos preparado un plan B cuando nos juntamos para celebrar la Eucaristía, para poder decir que estamos celebrando un cumpleaños o una fiesta», por si la policía china interrumpe, pues el Camino Neocatecumenal no tiene cabida dentro de la Asociación Patriótica.

Fuente: aleteia.org

jueves, 13 de junio de 2013

ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA

                              

LA ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA

De las Homilías del Pseudo-Crisóstomo 
(Suplemento, Homilía 6, Sobre la oración: PG 64, 462-466)

LA ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA


Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios, ya que por ella nos ponemos en contacto inmediato con él; y, del mismo modo que nuestros ojos corporales son iluminados al recibir la luz, así también nuestro espíritu, al fijar su atención en Dios, es iluminado con su luz inefable. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche.

Conviene, en efecto, que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, como el cuidado de los pobres o las obras útiles de beneficencia u otros cuidados cualesquiera, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios, de modo que nuestras obras, como condimentadas con la sal del amor de Dios, se conviertan en un manjar suavísimo para el Señor de todas las cosas. Y también nosotros podremos gozar, en todo momento de nuestra vida, de las ventajas que de ahí resultan, si dedicamos mucho tiempo al Señor.

La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables, deseando la leche divina, como un niño que, llorando, llama a su madre; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible.

La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo. Me refiero, en efecto, a aquella oración que no consiste en palabras, sino más bien en el deseo de Dios, en una piedad inefable, que no procede de los hombres, sino de la gracia divina, acerca de la cual dice el Apóstol: Nosotros no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras.

Semejante oración, si nos la concede Dios, es de gran valor y no ha de ser despreciada; es un manjar celestial que satisface al alma; el que lo ha gustado, se inflama en el deseo eterno de Dios, como en un fuego ardentísimo que inflama su espíritu.

Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla resplandeciente con la luz de la justicia, adórnala con buenas obras, como con excelentes láminas de metal, y decórala con la fe y la grandeza de ánimo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el Señor y poderlo recibir como en una casa regia y espléndida, poseyéndolo por la gracia como una imagen colocada en el templo del alma.

GRAN MISION "AÑO DE LA FE" ANUNCIANDO EL KERIGMA

El Camino Neocatecumenal comienza su 'Gran Misión': catequesis públicas en 10.000 plazas de 120 países


El Camino Neocatecumenal comienza su 'Gran Misión': catequesis públicas en 10.000 plazas de 120 países

El Camino Neocatecumenal ha organizado un programa de catequesis en todo el mundo al que ha denominado 'Gran Misión' que dará comienzo el próximo domingo 7 de abril y tendrá lugar en unas 10.000 plazas de 120 naciones. La acción se enmarca en la celebración del Año de la Fe. 

Concretamente, se realizarán cinco catequesis durante los domingos de Pascua en los que se dará respuesta a algunas preguntas como ¿Quién es Dios para ti? ¿Has experimentado en tu vida que Dios existe?, ¿Para qué vives? y ¿Qué es la Iglesia?. 

Entre otras ciudades, la 'Gran Misión' estará presente en 100 plazas de Roma y 50 de Madrid. La idea surgió después de que el Pontificio Consejo para los Laicos y el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización preguntaran al equipo responsable del Camino Neocatecumenal, formado por Kiko Argüello, Carmen Hernández y el sacerdote Mario Pezzi, cómo pensaba el Camino contribuir al Año de la Fe proclamado por Benedicto XVI. 

La responsable del Camino Neocatecumenal en Argentina fue la encargada de presentar el proyecto al todavía cardenal Jorge Mario Bergoglio poco antes de viajar a Roma para participar en el Cónclave en el que resultó elegido nuevo Pontífice. Al conocer la iniciativa, manifestó su alegría y apoyo y deseó abundantes frutos, según ha informado el movimiento. 



Además apunta que el iniciador del Camino, Kiko Argüello, tuvo ocasión de saludar al Papa Francisco brevemente en la residencia Santa Marta y que, durante el encuentro, el Pontífice fue hacia él y le dijo sonriendo: "Vaya lío que has armado, pero tienes que continuar con ese lío". 

Fuente: (Noticia tomada del www.camineo.info) Agradecemos su hermosa labor

sábado, 31 de diciembre de 2011

Testimonio de Kiko Arguello (Fundador del Camino Neocatecumenal)

“Me iba a pegar un tiro, pero Dios tuvo misericordia de mí”

Comienzos. Kiko Argüello muestra una vieja fotografía de la barraca donde vivió  con un grupo de gitanos en el barrio Los Palomares, de Madrid, donde  nació la primera comunidad neocatecumenal.
Comienzos. Kiko Arguello muestra una vieja fotografía de la barraca donde vivió con un grupo 
de gitanos en el barrio Los Palomares, de Madrid, donde nació la primera comunidad neocatecumenal.


CUANDO YA EL ATEÍSMO HABÍA PERTURBADO SU VISIÓN DE LA VIDA Y SU EXPERIENCIA DE FE FAMILIAR, DIOS LO TOCÓ PARA TRANSFORMAR DEFINITIVAMENTE SU CORAZÓN Y GUIARLO POR UN NUEVO CAMINO.


Cuando Kiko Argüello no encontraba en su furibundo ateísmo la respuesta al porqué de su existencia, pensó en pegarse un tiro. Pero Dios lo salvó.

En una entrevista con el director de LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y el periodista Ramón Urbáez, Argüello, al lado del cardenal López Rodríguez y el arzobispo de Santiago, Ramón de la Rosa y Carpio, narró con simplicidad y drama su experiencia de vida, cuando siendo ateo, comunista radical, con la cabeza llena de prejuicios contra la Iglesia y el cristianismo, había llegado a ese punto de que quería suicidarse.

Después de una impactante experiencia personal de conversión, pasó tres años junto a los más pobres entre los pobres en las barracas de Palomeras Altas en Madrid, que le permitieron encontrar la fe e iniciar el Camino Neocatecumenal, un movimiento ha sido aprobado por la Santa Sede y que hoy cuenta con casi un millón de seguidores en todo el mundo.

¿Cómo llegó usted a ese convencimiento del amor de Dios y cómo logra transmitirlo a tantas personas, a través del Camino Neocatecumenal?

Mis padres eran católicos. Yo soy pintor. Estudié Bellas Artes en París y había ganado premios internacionales, pero entré en una crisis existencial que me llevó a dejar la Iglesia y a plantearme seriamente la vaciedad de vida, y a cuestionar la existencia de Dios. Leyendo a Paul Sartre, encontré que para este filósofo todo era un absurdo, el hombre y las cosas eran un absurdo, y yo me planteaba la misma pregunta, quería saber si en realidad la vida y el hombre eran un absurdo. Buscaba la verdad, tenía un deseo de justicia, pero vivía en un mundo injusto. Para mí entonces el gran dilema era la existencia de Dios, dudaba, y entre exposiciones y pinturas, me di cuenta que tenía que pararme y encontrarme conmigo mismo, porque no quería engañarme.

Necesitaba ser sincero y aceptar la verdad. Esa verdad era que yo existía, que era y que mañana dejaría de ser. Veía todo a mi alrededor y me preguntaba para qué vivía, qué era la vida, si en verdad había algo o nada después. Y en esa situación de dudas y desconciertos, Dios tuvo misericordia de mí…

¿Fue entonces cuando Dios le impactó? ¿Qué pasó y cómo fue?


Dios permitió esa kenosis para hacerme más humilde quizá… En esa situación, en esa especie de túnel, me di cuenta que cuando ya no soportara que mi vida fuera más pesada, me pegaría un tiro, me suicidaría. Pero Dios tuvo misericordia de mí. Había leído al filósofo Bergson, que dice que la “intuición es un medio de conocimiento a la verdad superior a la razón. Era una postura muy racionalista, y en el fondo yo con mi razón estaba ofuscando mi intuición. Algo dentro de mí me decía que no, porque la belleza de la naturaleza y la intuición no estaban de acuerdo con el absurdo total de la existencia humana, entonces apareció Dios como la gran posibilidad.



¿Pero qué Dios? ¿El Dios de mis padres? Si el traje de la primera comunión me lo quité cuando llegué a la universidad, porque ya no me servía, entre compañeros marxistas, ateos. En esa situación no me quedó más remedio que ponerme de rodillas y decirle a Dios que si en verdad existía que me ayudara.

Pero yo buscaba razones y me preguntaba qué garantizaba que Dios realmente existiera. ¿Qué cosas concretamente? ¿La razón? ¿Lo que decía Santo Tomás del reloj y el relojero? No me servía… ¿Lo que decía la Iglesia? Tampoco me servía. Entonces insistía: “Dios, si existes, ayúdame…”

¿Pero en esa búsqueda parece que usted rehuía de Dios, que pasó cómo siguió el proceso?

La fe es un encuentro de sustancias, que se tiene o no se tiene, y no la claridad de todo ni con filosofía. Es un encuentro del espíritu de Cristo que se da en el espítitu del hombre. Dios hizo que yo fuera humilde, que aceptara que Él existe, que aceptara atarme, que no siguiera suelto, en ese sentido el Señor me eligió un poco, desde entonces descubrí a Dios que estaba dentro de mí.

¿Qué hizo entonces… a quien acudió?

Me presenté a un cura y le dije que quería ser cristiano, y me respondió: usted está bautizado… Yo quería decirle que no tenía formación cristiana, que necesitaba conocer, saber… Me respondió que por ahí había una cosa nueva que se llamaba Cursillos de Cristiandad”, y me llevó a uno de esos cursillos. Allí me quitaron muchos prejuicios, yo como muchos de mis amigos era un poco marxista, y allí me pusieron más a tono con la realidad. Después de un tiempo me invitaron a ser profesor de Cursillos, me pusieron al tono con la Biblia y la Teología, y ofrecía cursillos en el norte de África, Cáceres y otras zonas de España.

Siendo profesor de Cursillos de Cristiandad cambié mi pintura, empecé a ser arte religioso, fundé un grupo de artistas para ayudar al arte sacro, con arquitectos y gremialistas, el grupo se llamaba “Gremio 62”. Hicimos muchas exposiciones en Madrid y otros lugares…

¿Todas esas cosas las hacía usted impulsado por el espíritu o por su propia iniciativa?

Me contó una historia realmente horrorosa… ¿Y yo cómo la puedo ayudar?, me pregunté. Y ella me llamó y me pidió que fuera a hablar con su marido, me dijo que mi presencia podía controlar a ese hombre, y que tenía miedo que se matara con su hijo de apenas 15 años.

Pensé que Dios me estaba pidiendo que ayudara a aquella familia y que buscara alguna forma para que este hombre no se emborrachara más. Y decidí irme a vivir allí, y me encontré en aquel ambiente. Recordé que el filósofo Sartre decía que “¡ay del hombre cuyo dedo de Dios lo aplaste contra el muro”… pues yo me encontré allí con mucha aplastada contra el muro: una mujer con el mal de Pakirson que su marido la había abandonado, y que tenía un hijo anormal que le pegaba con un bastón. Un cuadro terrible para esta mujer que pedía limosnas en la calle. Me quedé horrorizado.

¿Qué hizo, entonces, cómo siguió el proceso hasta llegar al camino?

El sufrimiento era terrible, y en las barracas entre aquellas gentes, entre aquellos gitanos, Cristo crucificado, en ellos estaba presente Cristo crucificado, y yo solamente quería arrodillarme ante ellos, porque veía en ellos a Cristo en la cruz. Pensé que debía vivir de rodillas ante los pies de Cristo crucificado, a los pies de aquella gente que era lo último de la tierra.

Hay un libro de un premio Nobel, Albert Camus, que se llama La Peste, sobre el sufrimiento humano. Fue por eso que escogí, después de estar en la casa de la señora con el marido borracho que le pegaba, un barrio de gitanos, unas barracas donde vivía gente que era como despojos humanos, pero veía a Cristo en ellos. Me metí en una de esas barracas abandonadas con mi biblia y una guitarra.

Había muchos perros vagabundos. Era invierno… y esos perros que se metían en la barraca me daban calor, creo que por eso no morí de frío. En aquel ambiente yo pensaba ponerme en adoración ante Cristo crucificado entre aquella gente de vida tan horrible…

Pero, ¿cómo hacía para evangelizar en aquel ambiente?

No, yo no tenía derecho, ellos eran Cristo crucificado, gentes con grandes sufrimientos, y quién era yo para predicarles a ellos, no tenía más derecho que ponerme de rodillas. Además, era muy difícil predicarle a aquella gente que no creía en nada. Pero Dios me tenía reservada una síntexis de catequesis, una forma de predicación, los gitanos empezaron a venir a la puerta de mi barraca y se sentaban en el suelo, como indios.
Algunos me pidieron que les hablara de Dios, pero estaba preocupado pensando cómo explicarles un rollo de los Cursillos en aquel ambiente, cómo les podría predicar. A un gitano que no sabe leer ni escribir, y que había que decirles las cosas claras, y al pan, pan, y al vino, vino… El papa Juan XXIII hizo la profecía de que “la renovación de la iglesia iba a venir de los pobres”, pues toda esa catequesis del Camino ha nacido allí, entre los pobres….

Allí se creó la primera gran comunidad del Camino. Entre aquella gente sentía la venida del Espíritu Santo de verdad. Pero un día resultó que llegó la Policía de Franco a tirar las barracas, y como yo conocía al arzobispo de Madrid, que era consejero del Reino, amigo de Franco, le llamé por teléfono… Era un milagro que el arzobispo contestara él mismo el teléfono. Le expliqué la situación y vino personalmente a las barracas. El Arzobispo estuvo allí en mi barraca, y se conmovió con aquella gente y aquella comunidad naciente de cristianos. Me dijo que su casa estaba abierta para mí, y cada vez que iba a verle me dada mil pesetas, nos ayudaba muchísimo.

¿Cómo es esa síntesis catequética? Porque el Evangelio es muy amplio, muy rico, y hay respuestas para muchas situaciones, entonces cuando usted plantea una síntesis catequética ¿es que usted está extrayendo una parte sustancial…?


Y una vida en la verdad. Y solamente hay una verdad y es que a Cristo lo crucificaron en la cruz y que el Espíritu Santo les dijo a los apóstoles en pentecostés que éste era Dios.
Un hebreo jamás puede decir que un hombre es Dios, porque ni siquiera pueden nombrar el nombre de Dios, solamente lo nombran una vez al año, el día del Quipú. Eso es imposible, es solamente a través del Espíritu Santo, en Pentecostés, cuando lo entienden en su corazón, y les dice que este crucificado es Dios, y Dios solamente hay uno solo, y que ese Jesús era Dios.

Entonces ese amor que aparece en la cruz de Cristo es la verdad, tú vives en esa verdad, no, ni ninguno de nosotros. Vivimos en la mentira. La verdad es vivir en santidad, y eso significa que él mira a una mujer es un adúltero, para ser asesino no hace falta matar, como digas imbécil a tu hermano ya has asesinado. El que detesta a un hombre es un asesino, dice San Juan, y ningún asesino tiene vida eterna dentro. Esa santidad, que es la vida de Dios, Él la ofrece a todos los hombres.

Si tú aceptas la oblación que Cristo ha hecho de su vida por ti, te salvarás. Los hombres sufren porque no son santos, no aman, porque son egoístas. Cuando se den y amén a los demás, serán felices.

UN ARTISTA CONSAGRADO ENTRA EN CRISIS

Nacido en Madrid, España, de una familia adinerada, Kiko Argu¨ello, estudió arte en París, Francia, y llegó a ser uno de los pintores más reconocido en su país, donde ganó varios concursos internacionales.

Después de su conversión al cristianismo, cambió todo su arte y sus pinturas por cuadros y estampas sagradas. Formó un grupo de pintores y arquitectos de arte sagrado, el cual se destacó en varios países y también obtuvieron varias premiaciones internacionales.

UNA FUNDACIÓN RECONOCIDA POR CUATRO PAPAS

Arguello habló de las “muchas dificultades, de los prejuicios de párrocos y obispos, de acusaciones y de historias extrañas por algunos que no conocen el Camino”, y habló también de “la disponibilidad, de la ayuda y de la solicitud con la que la Iglesia y los pontífices han ayudado al Camino Neocatecumenal”.

El primero en apoyar el Camino fue el papa Pablo VI. El papa Luciani (Juan Pablo I) lo quiso en las parroquias de Venecia cuando era aún Patriarca. Juan Pablo II lo reconoció “como un itinerario de formación católica, válido para la sociedad y los tiempos actuales”.

Benedicto XVI conoció a los neocatecumenales cuando era aún profesor en Regensburg, y trabajó para introducirles en las parroquias de Alemania.

A pesar de las acusaciones que resultaron falsas, de dividir a las comunidades parroquiales, de entrar en conflicto con la pastoral de algunos párrocos y obispos, el Camino Neocatecumenal ha crecido de forma increíble llenando iglesias y seminarios, con familias numerosas que cada vez más se ofrecen para llevar la misión católica al mundo.

Los números son impresionantes. Presentes en 1320 diócesis de 110 países en los cinco continenes, con 20.000 comunidades activas en 6.000 parroquias. Sólo en Roma, el Camino está presente en 100 parroquias y 500 comunidades. En Madrid están presentes en 85 parroquias y 300 comunidades.

Cientos de familias dejan temporalmente las parroquias para ir en misión a zonas marginales difíciles: barrios a menudo degradados, donde la Iglesia encuentra dificultades en hacerse presente y ayudar a las personas.

La eficacia y la fuerza de la catequesis del Camino la demuestra también la apertura de 78 seminarios diocesanos misioneros Redemptoris Mater, de los cuales 37 en Europa, 26 en América, 7 en Asia, 6 en África, y 2 en Australia.

Desde 1990, año de las primeras ordenaciones, hasta hoy, los presbíteros ordenados en los diversos seminarios Redemptoris Mater son más de 1600 y hay cerca de 2000 actualmente preparándose para recibir las Órdenes sagradas.

Confirmando una profunda vocación misionera, desde 1985 el Camino envía familias numerosas en los lugares donde la fe esta desapareciendo o no ha llegado nunca.

En 1985 Kiko, Carmen y el padre Mario, presentaron a Juan Pablo II un proyecto para reevangelizar el norte de Europa con el envío de familias misioneras, acompañadas por presbíteros. En 1986 el Papa envió las primeras tres familias: una al norte de Finlandia, otra en el barrio rojo de Hamburgo y la tercera a Estrasburgo

Hoy, el número de las familias del Camino en misión para la nueva evangelización en 78 países es de más de 800, con 3.097 hijos, de las cuales 389 en Europa 189 en América, 113 en Asia, 56 en Australia, 46 en África y 15 en Oriente Medio.

Se trata de familias que, a través del anuncio del Evangelio y de un itinerario de iniciación cristiana, han sido reconstruidas, han redescubierto el don de la comunión, y por ello se han abierto a la vida, y que por gratitud a Dios se ofrecen para ir allí donde haya necesidad del testimonio cristiano.

Nosotros predicamos el kerigma, que es una palabra griega que significa “noticia”. San Pablo dice que Dios ha querido salvar el mundo a través de la necedad de la predicación o del kerigma, una noticia que cuando yo te la digo se cumple. Y la noticia es que Dios conoce quién eres tú, y sabe todos tus pecados, todos tus problemas y sabe que no eres profundamente feliz, y te ofrece la oportunidad de que tú tengas una vida distinta, una vida de verdad.Todo eso era iniciativa mía. Después tuve otro encuentro muy importante, mientras estaba dando cursillos y presentando exposiciones de arte sacro, muchas con mucho éxito. Esa vez me invitaron a representar a España en una exposición universal de arte sacro que hubo en Francia. En esta situación, un día fui a casa de mis padres a pasar la Navidad, y a la señora que trabajaba en mi casa la encontré llorando, y entonces me cuenta la historia que su marido alcoholizado le pegaba con un bastón y le pegaba con un palo, y que tenía un hijo adolescente, de quince años, que con cuchillo intentaba siempre matar al padre.Ocurrió algo muy importante y es que sentí dentro de mí que Dios existía, que me quería, y de pronto empecé a derramar lágrimas, yo nunca había llorado. De pronto me sentí como un condenado a muerte que le quitan la venda, entonces concluí que si Dios no existía, tampoco yo. Pero si Dios es también soy. ¿Y que me garantizó esa fe? El mismo Dios, porque dice San Pablo que “la fe es el espíritu de Cristo que desciende sobre el hombre, y da testimonio al espíritu del hombre de que Dios existe”.Soy el hijo mayor de cuatro hermanos, mi padre era abogado y mi madre una mujer abnegada. Me siento sorprendido de lo que Dios ha hecho conmigo y lo que hoy hace en todo el mundo. Hace más de 40 años que Dios permitió que yo tuviera una crisis de fe, que se agudizó cuando ingresé a la universidad.

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