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lunes, 30 de julio de 2018

¿Has hecho la carta de agradecimiento a Dios por tu vida?


Sergio Rodríguez: “Ante esta situación de posible muerte, sólo me sale del corazón agradecimiento a Dios”. 

Me he enrolado en un ejército. Me han dado un número de inscripción muy alto, así que constato que somos muchos, muchísimos. Y tengo claro que seremos más porque cada minuto, alguna persona se suma a quienes rezamos por Sergio Rodríguez.
Él 41 años, una hermosa mujer, María, y cinco hijos: Isabel, Pablo, Inés, Ana y Miguel. Viven su fe en la 3ª comunidad neocatecumenal de la parroquia de San Juan de Mirasierra de Madrid, España.
Hace unos días recibió el resultado de una biopsia que le confirmó que había tenido una recaída en el linfoma T angioinmunoblástico que padece. Su actual situación es que no puede recibir más tratamiento de quimioterapia y hay muy pocas alternativas que su cuerpo pueda soportar.
Los médicos le han animado a buscar en otros hospitales algún ensayo clínico que puedan administrarle en el complicado estado que el que se encuentra su médula. 
Y lo que ha hecho generar en torno a Sergio una inmensa cadena de oración no es únicamente su enfermedad. Es también la forma en la que, a través de una carta, describe cómo se siente: “Esta situación tan delicada, mi mujer y yo lo estamos viviendo con bastante tranquilidad. Tenemos una Paz que sólo viene de Dios. Estamos viviendo un tiempo humanamente muy duro, con sufrimiento, pero con una Paz dada por la comunión de los santos porque hay una innumerable cantidad de personas que están rezando por mí. La Paz no te quita el sufrimiento, pero sabemos que Dios está detrás de nuestra historia y que es Él quien conduce nuestras vidas, así que sólo nos cabe confiar en su voluntad, la cual será lo mejor para nosotros y nuestros hijos”.
“Resultará extraño y difícil de entender para muchas personas, pero ante esta situación de gran incertidumbre y de posible muerte, sólo me sale del corazón AGRADECIMIENTO a Dios. Cuando pienso en la posibilidad de morirme me entristezco al pensar en la separación de mi familia, especialmente de mis cinco hijos y de mi mujer, pero en el fondo del corazón tengo un enorme agradecimiento a Dios por todo lo que digo a continuación:
I. Haberle conocido. No me refiero a conocerle de oídas, sino tener experiencia de su existencia y su amor en mi vida. Cuando Dios actúa hay que querer verle, y conmigo Él se ha esforzado mucho en que yo le vea. Por ello, siempre lo he dicho: me siento el hijo preferido y mimado de Dios.
II. La vida que me ha dado hasta ahora. El solo hecho de haber vivido es para agradecerlo. La infancia feliz que he tenido, la juventud y madurez llena de experiencias buenas, poder haber vivido una vida muy intensa, en la que siempre me he entregado al cien por cien y por ello he pasado por dos roturas de rodilla jugando al fútbol, una cornada en el cuello por una vaquilla…Le agradezco haberme dado un corazón abierto a los demás y, en casi todo momento, inocente con el que no veía la maldad de los demás. Estoy convencido de que mi vida, incluidas las enfermedades, es una vida envidiable que a mucha gente le gustaría poder haber vivido. Es una vida en la he hecho muchas cosas, en la que he amado mucho y me he sentido muy querido por todos los que han estado a mi alrededor.
III. El matrimonio que tengo y la mujer con la que estoy casado.Hemos tenido nuestras discusiones como todos, pero siempre hemos estado de acuerdo en lo importante, hemos compartido la misma fe y nos queremos con locura, es el amor de mi vida. Como nos dijo un amigo: “Mucha gente cambiaría la mitad de su vida por tener cinco minutos del amor que os tenéis tu mujer y tú”.
IV. Los hijos que nos ha regalado. Y no lo digo porque sea su padre, sino porque son unos buenos hijos, con un corazón bueno y están muy cerca de Dios. Son unos hijos que tienen sus momentos revoltosos, como cualquier niño, pero son chicos sensibles al sufrimiento ajeno, que ayudan a los demás y que tienen una sensibilidad especial en todo lo referente a Dios. Para hacerse una idea, hace poco uno de ellos le dijo a María que no nos preocupásemos porque Dios no nos daría nada que no fuese bueno para nosotros.
V. Los padres y los dos hermanos que tengo. Gracias a ellos he conocido a Dios y, en gran medida, soy la persona que soy ahora. Son personas que no he escogido, me las ha puesto Dios en la vida, y me he sentido querido. 
VI. El resto de familia que me ha dado, de amigos y conocidos que han pasado por mi vida. Resulta difícil que a alguien le ocurra, pero estoy en contacto con todas las personas que he ido conociendo en mi vida (desde mi infancia en el colegio, vecinos de mis lugares de residencia, universidad, primer trabajo, trabajo actual, parroquias por las que he vivido mi fe, etc.). Muchos rezan por mí y todos me están apoyando y ayudando. Pocas personas pueden sentirse tan queridas.
VII. Todo lo que me ha pasado en la vida, incluidas aquellas cosas que pueden ser vistas y vividas como cosas malas y dolorosas, pero que gracias a ellas me he acercado a Dios, y ahí es donde me he sentido más querido por Él y donde nos hemos encontrado los dos. Es un misterio que resulta difícil de explicar, pero que sólo lo conoce bien el que lo vive, y yo tengo esa suerte.
VIII. La gran multitud de personas que rezan por mí en todo el mundo. En mis oraciones rezo por ellos para que Dios les dé el ciento por uno por todo lo que hacen.
“Esta situación no sabemos cómo acabará. Evidentemente yo voy a luchar por curarme e intentaré por todos los medios recibir algún medicamento que por lo menos pueda contener la enfermedad lo más posible, para poder vivir lo más que pueda. Pero si por un casual Dios quisiera llamarme y llevarme con Él al Cielo, es para estar alegres por dos motivos. El primero es porque el Cielo es nuestro objetivo y el segundo porque todos tendríais un intercesor. Soy una persona que no paro de insistir hasta que consigo lo que quiero. En palabras de mis padres, soy como una gotera. Así pues, sólo tendrías que pedir mi intercesión para que me pusiese a trabajar en vuestra ayuda”, finaliza.
Si aún no lo has hecho, puedes incorporarte cuando quieras a esta cadena de Oración por Sergio Rodríguez. Y si tienes un momento, también es hoy la ocasión perfecta para hacer tu propia carta de agradecimiento a Dios por tu vida. 
Fuente: aleteia . org / Sofía Gonzalo | Jul 30, 2018 (or)

miércoles, 25 de julio de 2018

Kiko Argüello: «La familia cristiana si tiene fe auténtica es invencible»


JERUSALÉN. Miles de jóvenes del Camino Neocatecumenal participaron en la gran fiesta, como han hecho cada año. Desde Europa llegarán miles de ellos para dar gracias por su familia y el iniciador del Camino –Doctor Honoris Causa por su apoyo y defensa de la familia- estará como cada año en Colón.


–Podríamos decir que Madrid se ha convertido ya en la capital de la familia en Europa. ¿Por qué es necesario continuar celebrando este Día de la Familia?
–Porque Europa se juega su futuro sobre la familia cristiana. La realidad es que no nacen hijos y falta el cambio generacional. Basta con estudiar un poco lo que sucede en el norte de Europa, donde las familias están prácticamente destruidas. Es una sociedad en la que la gente está sola y esto afecta a la economía porque, por ejemplo, consumen sólo un tipo de alimentos y el comercio se estanca. En una familia con cinco hijos los niños necesitan zapatos, camisas, etcétera. Toda la industria, la economía, se regenera. La familia educa a los hijos en el amor y en la solidaridad hacia los demás. Es algo de sentido común. Pero, ¿qué está sucediendo en la Europa de hoy? Queremos también dar un testimonio por encima de lo religioso, es decir, desde el punto de vista humano.



–Y estos dos puntos de vista…
–Para una sociedad equilibrada es importante la familia porque es la célula fundamental. Hay que recordar que el Papa Pablo VI, en la «Humanae Vitae», señala que todo acto conyugal tiene que ser abierto a la vida. Es un sacramento donde se hace presente el Espíritu Santo. La Iglesia considera el tálamo nupcial como un altar, porque es donde se da lugar a la vida humana. ¿Cómo es posible que en nuestra sociedad, en la que vivimos hoy, continúen matando niños, por ejemplo, mediante el aborto? Es inaudito. 



–¿Se ha perdido conciencia de lo que es el matrimonio?
–Es importante conocer todas las catequesis de Juan Pablo II que hablan sobre la Teología del Cuerpo en la que explica la maravilla de la sexualidad, que en el cristianismo es algo santo. Es el respeto al cuerpo. Cuando se obliga al cuerpo a hacer un acto contrario al plan de Dios la misma naturaleza se altera. Esto sucede porque la naturaleza quiere dar la vida, no matarla y Dios ha querido mostrar el amor que tiene a la humanidad en un sacramento: el matrimonio. Por eso, Dios se muestra ante el pueblo de Israel como el esposo y cuando Moisés les lleva desde Egipto al Monte Sinaí lo presenta como una esposa y realiza un acto esponsal con él. Los rabinos señalan que la Alianza en el Monte Sinaí es la «ketubbah» –contrato matrimonial en hebreo-, los diez mandamientos. Estos son los fundamentos de nuestra civilización judeocristiana que ya se han destruido.



–¿Afecta esto a las raíces de nuestra cultura?
–Algunos dicen que nuestras raíces no son cristianas, lo que es una barbaridad. Sin embargo, quisiéramos que Europa fuera consciente de la gracia inmensa que es ser cristiano. Esto es tener una vida nueva, inmortal, que nos ha dado Jesucristo. Porque los cristianos tenemos dentro Vida Eterna. Por eso, el matrimonio es indisoluble y es posible amar al marido o la mujer en la dimensión del enemigo. Los matrimonios que no tienen fe no lo pueden resistir, se sienten amenazados por la alteridad del otro y se matan, se separan o se divorcian. Los cristianos no porque podemos perdonarnos. Nuestro ser más profundo es subsanado y curado por gracia del Espíritu Santo.



–¿Qué piensas del lema de este año «Gracias a la familia hemos nacido»?
–Me parece muy acertado porque ha sido un testimonio ver a un millón y medio de jóvenes en Madrid el pasado agosto. Sabemos que el 70 por ciento pertenecían a familias numerosas. Hemos visto lo contentos que estaban a pesar de las horas que han pasado al sol. La Policía ha dicho que no ha encontrado jóvenes borrachos ni drogados y se ha visto una juventud nueva, un signo de esperanza que muestra una Iglesia viva. Estamos pasando la fe a los hijos en las familias como hacían los primeros cristianos. 



   La familia, si tiene fe auténtica, es invencible, por lo que estamos muy contentos de ver que los jóvenes del Camino Neocatecumenal son mejores que nosotros y tienen mucha ilusión. Para la Jornada de la Juventud vinieron cerca 200.000 jóvenes de esta iniciación cristiana que es el Camino y les enviamos antes a evangelizar por toda Europa. Todo es fruto de la familia cristiana. Por eso en Madrid van a dar gracias a Dios por ella.

Fuente: Camino Neocatecumenal


viernes, 20 de julio de 2018

La gran aventura de ser una familia en Misión Ad Gentes

David y Clara / Familia en Misión Ad Gente (Camino Neocatecumenal)


Clara tu has nacido en Barcelona y te has criado allí donde esta tu familia pero desde hace unos años vives en Manchester, ¿Cuales fueron tus motivos para vivir allí?, Contadnos David y tú vuestra historia.
Ambos tenemos 8 hermanos, hemos crecido y nuestros padres nos han transmitido la fe en el seno de una comunidad cristiana en Camino Neocatecumenal. Siendo adolescentes, empezamos cada uno en nuestra propia comunidad una iniciación cristiana. Dios nos fue conduciendo a cada uno por caminos diferentes para que acabáramos encontrándonos por distintos motivos en la Comunidad del Cordero, en la que participábamos juntos con otros laicos… En mi caso, desde que tenia unos 18 años sentía una llamada fuerte a formar una familia cristiana, pobre y misionera… En parte me parecía un poco utópico, pero así me lo había puesto el Señor en el corazón después de un largo discernimiento para saber cual era mi vocación. Esta llamada tan concreta fue un punto de unión muy fuerte y muy importante para los dos. En Septiembre del 2009 empezamos a salir, 3 meses mas tarde nos comprometimos y el 1 de octubre del 2010 nos casamos. Nada más volver de la luna de miel, nos ofrecimos para partir en misión a cualquier parte del mundo donde la Iglesia lo necesitara (las familias son enviadas allí donde lo pide un Obispo) y después de un año de casados nos propusieron acudir a la convivencia en la que se nos asignó, por sorteo, la ciudad de Manchester. Aquí vivimos desde hace 5 años.
Wythenshawe, el barrio de donde vivimos, es uno de los “council states” (área de casas sociales) más grandes de Europa. Tradicionalmente era conocido por su delincuencia, ahora ha mejorado, pero todavía es una zona muy humilde. Hace 6 años derruyeron la iglesia de St. John Fisher, y el obispo pidió una misión ad gentes: un sacerdote con un seglar célibe, dos mujeres y cuatro familias; para formar una comunidad cristiana en medio de la realidad de este barrio.
¿Cuál es el ambiente de la ciudad para vivir la Fe?
Manchester es una ciudad secularizada, como la mayoría de ciudades de Europa, pero a diferencia de España, no hay unas raíces catolicas. Esto se palpa en el fuerte relativismo que encontramos en la forma de pensar de la gente. Nos encontramos con mucha indiferencia a la hora de hablar de Jesucristo. La gente tiene dinero y hay ayudas economicas, asi que no hay mucha pobreza material pero si otro tipo de pobreza: muchisimo alcohol y drogas… Los adolescentes de la misión nos cuentan como las formas de divertirse de sus compañeros son muy desenfrenadas en todos los sentidos. Lo que se empieza a ver en España en lo que se refiere a la pérdida del “sentido de familia” aqui esta ya muy avanzado. En general nos parece que la gente es formal y cerrada, en el sentido en el que no te cuentan mucho de sus vidas…, yo siempre digo que no son espontáneos. Otra cosa que hemos visto en estos años es que hay mucha soledad.
¿Que os dicen a ti y a tu marido David por tener 5 hijos?, ¿Encontráis rechazo por la calle?
En general nos parece que la gente es mas respetuosa, probablemente debido a que el trato es políticamente correcto. Lo notamos mucho cuando vamos a Barcelona, donde los comentarios positivos y negativos que nos hacen son casi diarios. De todas formas, por supuesto que esto cuestiona a la gente.A mi siempre me dicen que soy una “Madre muy ocupada,” yo siempre contesto que si, pero también soy una madre feliz. Cuando hay mas confianza también te dicen si estas loca…si tendrás mas… Yo muchas veces digo que es verdad que es mucho trabajo y que “pierdes tu vida”,pero que he descubierto en ello una alegría que nunca había encontrado, ni en el éxito académico o profesional que pude tener en el pasado ni en tener muchas cosas o mucho tiempo para mi. Si que hay veces que la gente me mira con pena o se lleva las manos a la cabeza, pero yo siempre digo la verdad: que me siento super afortunada. Quizás la misión más importante que hacemos aqui es ser una familia cristiana, con la gracia de Dios.
¿Como os ayuda el Camino Neocatecumenal a vivir la Fe en un país donde la práctica religiosa es minoritaria?, ¿Como se vive un punto central del Camino, la Comunidad, dónde hay menos comunidades que en Barcelona?
Para mi personalmente vivir en Manchester es un poco como vivir en el desierto; acostumbrados a tener una Iglesia en cada esquina, poder rezar con frailes y monjas, encontrarnos con mucha gente de diferentes carismas de la Iglesia…Aquí todo es mucho mas precario.
La misión ad gentes consiste en formar una comunidad cristiana y caminar como comunidad, como lo hacíamos en nuestros lugares de origen: celebrando semanalmente una Liturgia de la Palabra, la Eucaristía y mensualmente la convivencia. Para nosotros aquí, en esta ciudad donde es tan fácil vivir aislado, nos resulta imprescindible vivir la fe en comunidad. El hecho de vivir la fe en comunidad te ayuda a conocerte mas a ti mismo, a darte cuenta de que no puedes amar al hermano cuando te dice ciertas cosas…, a mi me ayuda especialmente ver como actúa el Señor en la vida concreta de los demás, en sus dificultades, etc., sobre todo cuando hay momentos de crisis y no lo ves tanto en tu propia vida.
Caminar en comunidad no es nada fácil, imagina 5 familias, venidas de diferentes sitios del mundo, con costumbres diferentes, lenguas diferentes, edades diferentes…y encima cada uno con sus problemas, con los hijos, o de salud, o de trabajo…pues es un coctel en el que o aparece el Espíritu Santo o es imposible que haya comunión entre los hermanos. Estamos muy contentos de ver que fruto de que hay una comunidad, hay ahora una segunda comunidad, mayoritariamente formada por hijos de las familias, estudiantes o gente que ha emigrado en busca de trabajo.
También para nosotros es fundamental el soporte de nuestra comunidad de origen de Barcelona (a la que  seguimos perteneciendo y acudiendo puntualmente para ciertos pasos y convivencias) y que nos ayuda mucho, sobre todo con su oracion.
¿Os sentís protagonistas de la Nueva Evangelización en la vieja Europa?
Nos sentimos “protagonistas” en la medida en que formamos parte de la Iglesia, y esta es misionera por naturaleza, aquí, en Barcelona, o donde sea…En realidad nosotros no llevamos a cabo un programa particular o un plan de acción de evangelización…, nuestra vida es como la de cualquier familia: trabajar, llevar a los niños al colegio, ir al parque…
En la convivencia en que por sorteo nos tocó Manchester salio el Evangelio de la semilla de mostaza. El Señor en su amor a este país ha plantado esta pequeña comunidad, y nos ha llamado formar parte de ella. No somos imprescindibles, ni mucho menos, y en la medida en que nos creamos de verdad que Dios nos ama, aceptemos nuestras cruces cada dia…pues con la gracia de Dios reflejaremos un poco de la luz de Cristo, primero a nuestros propios hijos y luego a los que estén alrededor. Siempre pienso que servirá de poco si a mis hijos les hablo mucho de Dios y luego voy preocupada por el dinero…o decirles que tienen que pedir perdón a sus hermanos si luego yo nunca reconozco delante de ellos que me equivoco… Cuando llegamos teníamos la idea de que la misión consistiría en intentar hablar con mucha gente, hacer actividades, dar catequesis, etc. pero nos hemos ido dando cuenta, que quizás consiste mas en simplemente aceptar la voluntad de Dios que para mi ha sido vivir en Manchester: lejos de mi familia, de nuestros amigos, de nuestra comunidad…no poder estar con mi hermana cuando ha perdido un bebe o cuando mi padre ha estado a punto de morir, no estar mas acompañada cuando nace un hijo, perdernos tantas bodas, bautizos…el tiempo tan lluvioso y frió, la soledad, el carácter cerrado de la gente…Aun así, desde que llegamos hemos recibido mucho mas de lo que hayamos podido “dar”, el Señor nos ha cuidado mucho y ha tenido muchos detalles, por ejemplo, cuando fuimos hace un ano por Navidad a Barcelona, David pudo estar con su abuelo en el momento de su muerte, o la matrona que me lleva todos los embarazos y que me asignaron es española y encantadora… Como matrimonio y familia, estar en misión nos esta ensenando a vivir “el hoy” y nos ayuda a buscar cada día al Señor.
Fuente: .jovenescatolicos . es 12.01.2018 (or20.07.2018)


9 hijos y 9 años como familia misionera del Camino Neocatecumenal en Serbia

  Esta familia malagueña lleva nueve años como misionera  del Camino Neocatecumenal en Serbia, país de mayoría  ortodoxa y que ha vi...