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miércoles, 29 de marzo de 2017

Encuentro Vocacional 2017 Caracas Venezuela Camino Neocatecumenal

Encuentro Vocacional 2017 
Tierra de Gracia Caracas Venezuela 
Camino Neocatecumenal
Kiko Arguello, P.Mario P y 
desde Cielo Carmen Hernandez


Kiko Arguello, Cantando

Más de 25 mil católicos hicieron de Caracas una “Tierra de Gracia”
El jueves 23 de marzo 2017, el estadio de béisbol de la Ciudad Universitaria UCV, se quedó pequeño para concentrar a los miembros de las comunidades del Camino Neocatecumenal en Venezuela, Aruba y Curazao. Todos acudieron al encuentro con Kiko Argüello y Mario Pezzi, iniciadores de este carisma de la Iglesia Católica, junto con Carmen Hernández ya desaparecida físicamente el pasado año.
Los caraqueños no despertaron igual como otros días, desde muy temprano en la mañana, los capitalinos se vieron sorprendidos al observar como un río de gente bajaba desde el Paseo Los Próceres por la avenida Los Ilustres, en dirección al estadio de béisbol de la Universidad Central de Caracas (UCV).

Una gran asamblea marchaba al paso de tambores, guitarras, panderetas e instrumentos de viento, entonando cánticos y salmos a Dios. En algunas zonas danzaban, era motivo para detener el tráfico de los más curiosos y al menos preguntar por qué lo hacían. Otros más despistados se acercaban y preguntaban – ¿acaso es una marcha de algún sector político?, pues no creían tanta gente convocada en plena mañana de un jueves en la capital de la república, y que esta no tuviera un motivo político. – No señor, o señora… nosotros somos cristianos católicos y venimos a esta tierra de gracia a escuchar una palabra del Señor.


Kiko Arguello y P.Mario P (Iniciadores del Camino Neocatecumenal)

Tierra de Gracia

El encuentro fue anunciado a finales del año 2016 por los catequistas de la nación a todo el pueblo venezolano. Recién acontecida la muerte de Carmen Hernández, iniciadora del camino neocatecumenal, dada la convivencia de inicio de curso correspondiente al año en torno a la historia fundacional del camino, Kiko Argüello tuvo el deseo de comenzar una gira de visitas por algunas naciones donde el camino existe, y quería estar en Venezuela, así como en otras naciones de América. Ya había pasado por Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, Nicaragua, República Dominicana, y al salir de Venezuela, iría a México.


Llegada del Cardenal Jorge Urosa Savino (Obispo de la Arquidiocesis de Caracas)

Matrimonios con sus hijos, desde el más grande al más pequeño, sacerdotes junto a sus parroquianos, religiosas con sus hábitos, miles y miles de jóvenes entre adolescentes y universitarios, hombres y mujeres corrientes, todos pertenecientes a las comunidades del camino neocatecumenal en distintas parroquias del país, lo dejaron todo en sus hogares y trabajos para acudir al encuentro “Tierra de Gracia”.
Algunos hermanos contaban cómo habían hecho para poder llegar en medio de las dificultades que presentan la mayoría de los venezolanos, por la crisis económica que vive el país y resulta cuesta arriba cualquier gasto para el bolsillo. Unos empeñaron sus salarios adelantando la quincena, otros vendieron ropa usada, artículos personales como prendas de oro y plata.

Llegada del Nuncio Apostólico del Vaticano Aldo Giordano
Los más jóvenes en las puertas de la iglesia de su parroquia esperaban a los feligreses que salían de la misa para vender galletas, dulces y tortas. Otros se atrevieron a pintar casas o dormitorios, barrer patios, lavar carros, cada uno en el propósito de recaudar el dinero que pagaría el puesto de autobús que los trasladaría a Caracas la noche del miércoles, pasar el jueves en el estadio y luego regresarse a su punto de partida la misma noche. Un esfuerzo que ellos mismos hacían, diciendo convencidos: “si todo lo hacemos por Dios, Él lo recompensará más adelante”.

Kiko Arguello Conversando con los Obispo de Distinta zonas de Venezuela
La gran asamblea
-Los hermanos de Maturín a la izquierda, aquellos de Puerto Cabello en la tribuna central, Maracaibo siéntense a la derecha, los de Barinas al terreno junto a los hermanos de Curazao y Aruba. Quédense allí las familias en misión y a los hermanos de Caracas y La Guaira, por favor ayudemos a mantener el orden y la calma, recuerden todos por sobretodo, tenemos que hacer asamblea.
Así indicaba uno de los organizadores desde el micrófono principal puesto en un ambón al centro del escenario. Este lucía en su frontal un paño de atril con la figura de la Virgen María y el niño Jesús en su seno. De pronto comenzó a sonar la orquesta los cantos del camino y la asamblea vibró de emoción acompañando con palmas y coreando los cantos.

Kiko Arguello Anunciando la Buena Nueva "Kerigma"
El encuentro estaba pautado para iniciar a las once de la mañana. Una hora antes hizo acto de presencia su eminencia, Jorge Cardenal Urosa Savino, obispo para la ciudad de Caracas, quien presidiría la celebración. Más adelante rompiendo el protocolo, por una de las puertas traseras, entró acompañado de varios sacerdotes y religiosas el representante del papa Francisco en Venezuela, el nuncio apostólico, Aldo Giordano. Entre varios obispos de las diócesis venezolanas, los rectores de los seminarios diocesanos y misioneros, “Redemptoris Mater”, párrocos de varias iglesias de la capital y el interior del país, catequistas responsables de la evangelización por zonas y representantes de otros movimientos de la iglesia católica, todos esperaban en esta sede a los catequistas nacionales que ya anunciaban su presencia dentro de poco con Kiko y el padre Mario.
Seguían llegando hermanos de distintas partes del país, el conflicto por llegar a tiempo lo tuvieron todos para llegar al unísono. La demanda de autobuses en el país fue tremenda y se vio rebasada para ofrecer unidades en buen estado lo que terminó causar salidas tardes o buses accidentados en el trayecto por cualquier desperfecto mecánico.
De pronto un sacerdote de cabellera blanca subió a la tarima como el monaguillo que anuncia al novio a los pies del altar que la novia ha llegado. Pidió con autoridad abrir espacio, mandó a bajar de la tarima a todos lo que no debían estar, ya faltaban segundos para comenzar el encuentro, eran las diez y cincuenta (10:50) de la mañana, Kiko Argüello y el padre Mario Pezzi, estaban a pocos minutos de encontrarse con las comunidades venezolanas.

Intervension del Padre Mario P
Yo vengo a reunir
Mientras algunos aprovechaban adelantar el almuerzo que habían llevado, otros iban al baño para luego no perderse ningún detalle. El ambiente se cubrió de consignas de contenido religioso entre los asistentes. Unos hermanos frente a la tarima principal sostenían una serie de palabras en gigantografía separadas en medio con un gran corazón, rezaba “Barinas (corazón) Kiko”, entre el sin número de pancartas que lucían en todo el esplendor del estadio, fue de la que mas resaltó.
Una mujer tomo de nuevo el micrófono principal y sin dar más detalles, con tono alegre, anunció el momento esperado por todos, – Hermanos, recibamos con un fuerte aplauso y cariño a los iniciadores del camino neocatecumenal, Kiko Arguello y el padre Mario Pezzi. La asamblea saltó en vítores, la orquesta comenzó a entonar un canto y mientras se acercaban desde la parte posterior del escenario, se escuchaba de quienes lograron estar en el engramado, – Dios te bendiga Kiko… Dios te bendiga padre Mario.
Unas seis personas, entre ellos los catequistas para Venezuela, Ricardo y May, Jesús y el padre Guti, escoltaban a los invitados más esperados. Kiko Argüello portaba un saco, pullover, camisa, corbata y bufanda totalmente negra y se acompañaba con una biblia bajo el brazo. Un metro atrás venía el padre Mario Pezzi, vestido con su atuendo de sacerdote, pectoral, cleriman y saco, ambos enrojecidos por la temperatura del trópico caribeño.
Kiko, apenas subió a la tarima principal, se acercó al micrófono, dijo, – Buenos días a todos, ¡Ánimo!, yel estadio universitario estalló en una explosión de alegría por todos los hermanos que acudieron al llamado y desde diferentes horas de la mañana se habían convocado para el lugar de la gran reunión.
Como es maravilloso estar con los hermanos
El padre Jesús Martínez Gutiérrez, mejor conocido para las comunidades del camino como el padre Guti, y quien ha tenido la gracia de estar más de 40 años al servicio de la evangelización en Venezuela, dio la bienvenida formal a Kiko y Mario. Su eminencia Jorge Cardenal Urosa Savino desde la sede hizo la oración de entrada y a continuación la invocación al Espíritu Santo estuvo entonada por la misma voz de Kiko Argüello.
Monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico para Venezuela, saludó a continuación a todos los presentes, agradeció a los venezolanos por las oraciones al Papa Francisco y sus intenciones, y manifestó estar alegre por saludar a Kiko, “como europeo yo tenía la ocasión de encontrar a Kiko en Roma y en Jerusalén, pero tengo la gran alegría por saludarlo aquí en Venezuela”. También el representante del Papa expresó su alegría por encontrarse con muchos amigos en las visitas que ha hecho a diferentes diócesis, “estoy seguro que este encuentro de hoy será una etapa muy importante y muy hermoso en nuestro camino a la pascua, que Cristo resucitado sea el protagonista de nuestro encuentro”.
Tocó el turno a la presentación de cada uno de los obispos de las diferentes diócesis y luego tal cual presentación de juegos olímpicos, obviando la parte del desfile, las delegaciones de cada rincón del país donde existen comunidades del camino neocatecumenal, fueron presentadas por regiones, -Poneos de pie los hermanos de Carúpano, San Félix, Cojedes, Portuguesa, Barquisimeto, Trujillo, San Juan de los Morros, el Zulia, Apure, Mérida, Antillas holandesas, Curazao, y Aruba. Uno a uno se fue presentando levantándose desde su sitio y elevando sus pancartas.
Somos un carisma que viene del Espíritu Santo.
“Hemos hecho todo un periplo por América latina, hemos estado en Estados Unidos, fuimos a San Juan de Puerto Rico, una de las pocas naciones que no habíamos visitado, luego hemos ido a Santo Domingo y después a Managua y luego hemos llegado aquí y mañana nos vamos a México. Llevamos todo un botín porque ya son 1500 jóvenes que se han levantado al seminario, no sé cuántos se levantarán aquí”.
Estas fueron las primeras palabras de Kiko Argüello ante la multitud, agradeciendo a Dios por el buen clima que permitía estar augusto y fresco para la ocasión, “misericordia que ha tenido el Señor”. La primera vez que el iniciador del camino visitó a Venezuela fue en 1992 por invitación del cardenal Ignacio Velasco y la ocasión se llevó a cabo en colegio Santa Rosa Lima de Caracas, luego tuvo una segunda visita en 1997, igualmente en un encuentro nacional donde se reunió con las comunidades del camino neocatecumenal en el Poliedro de Caracas, esta fue su última venida.
“Esto es un encuentro vocacional, Dios ha querido que yo haga esto y espero que sea para ustedes un encuentro histórico. A mí ya no me volveréis a ver, porque a Dios me marcho, me marcho con Carmen Hernández, no sé cuándo quiera Dios que me vaya, espero sea pronto”.
Reiteró que el camino neocatecumenal es un carisma que viene del Espíritu Santo, señalando que la misma Congregación para la Doctrina de la Fe para la iglesia católica, lo ha ratificado en su principal garante el cardenal, Gerhard Müller. “Dios nos llama a una obra que nos supera totalmente, pero tenemos que ser humildes para lo que Dios quiere a cada uno”, se refería cuando contaba que algunos obispos en China le pedían que el camino les asistiera urgentemente al ver tantas iglesias llenas pero sin comprensión del cristianismo.
Kiko Argüello confesó estar hecho polvo, exhausto, sin poder dormir, pero expresó estar contento, citó de San Pablo para justificar su estado de ánimo, “me gastaré y me desgastaré por Ustedes, que es la vida”, apenas dijo estas palabras dejó un silenció breve y la asamblea respondió con aplausos.
Una predicación que alcanzó mas allá de dos horas, Kiko Argüello, se paseó por todo un resumen de la misión catequética del camino neocatecumenal en las parroquias, hizo énfasis contando su experiencia de vida en medio de su crisis existencial que lo llevó a vivir con los pobres de Madrid, donde conoció a Carmen Hernández y junto con ella iniciaron este camino de crecimiento en la fe, que luego fue a las parroquias, después a Italia y por último ha todo el mundo, para luego predicar el kerigma.
¿Quiénes somos y por qué Dios nos ha suscitado?
“El camino neocatecumenal es un fruto, es una medicación, es un regalo de la Virgen de María, somos una gracia”. Kiko Argüello hacía alusiones en su predicación como brochazos de pintor, y explicaba queel Espíritu Santo se encarga de hacer la obra según le indicaba a cada uno de los presentes por la escucha de la palabra, tal cual lo experimentó el pueblo de Israel. “A través de la escucha de la palabra, de la predicación, por el oído entra tu salvación”.
El iniciador del camino neocatecumenal ya despojado de su saco por el calor del mediodía caraqueño, invitó a comprender a profundidad las palabras de la Virgen María para el camino neocatecumenal hace 50 años, cuando se refería a hacer pequeñas comunidades cristianas que vivan en humildad, sencillez y alabanza, donde el otro es Cristo, en respuesta a la realidad de la familia a nivel mundial, en especial en Europa donde hoy la gente vive sola, mujeres solas, hombres solos, sin nadie que te atienda.
“Debemos anunciar lo que este próximo 14 de nisan el pueblo de Israel celebrará en su pascua y que Cristo viene a sellar para el cristianismo venciendo la muerte. Israel ha salido de la esclavitud a la libertad, ¡Cristo ha muerto y ha resucitado! para esto la iglesia que representamos nos ha llamado y debemos anunciar como una buena noticia, eso es el cristianismo, una buena noticia”, invitaba a la asamblea a corearlo y repetirlo, “¡Cristo ha resucitado… verdaderamente ha resucitado!”.
Id y anunciad a mis hermanos
Luego de la predicación de Kiko Argüello, el padre Mario Pezzi, también iniciador del camino, tuvo igualmente la oportunidad de expresar su agradecimiento, haciendo memoria de la parroquia donde se había iniciado en el camino neocatecumenal, a los años había adoptado el nombre de Parroquia Nuestra Señora de Coromoto, haciendo alusión que de alguna forma estaba conectado con Venezuela.
El padre Mario Pezzi añadió también citando a Carmen Hernández cuando anunciaba que gracias al Concilio Vaticano II, el camino no hubiera podido existir, “si los Papas han defendido al camino es porque han visto que el camino lleva la renovación del concilio a las personas, a las parroquias”. Para el sacerdote italiano, el camino neocatecumenal acoge a la gente en la situación que se encuentra, no pide nada en particular, “entran adúlteros, entran drogadictos, entran asesinos, tocados por el anuncio del amor gratuito de Dios.
“Para ser un cristiano hace falta mucho tiempo”, explicaba el padre Mario Pezzi al mismo tiempo que les pedía paciencia a los jóvenes porque la acción del Espíritu Santo no es inmediata. “A los cinco años y medio descubrí mi vocación, por eso si algún chico o alguna chica, o alguna familia quiere consagrar su vida al evangelio, no tengan miedo”, lo decía con mucha fuerza y alegría a la asamblea, confirmando que se podía vivir en la tierra el cielo.
Luego de las palabras del padre Mario, Kiko volvió a tomar la palabra y pidió a todos que tomaran asiento e hicieran silencio, y con una petición a todos pidió orar en ese momento de la siguiente forma, “Padre mira tú iglesia, manda obreros a tu mies… si hay algún joven que siente que Dios le llama, que se ponga de pie y que suba al escenario”.
Era el segundo río de gente, esta vez dentro del estadio dirigiéndose al escenario para recibir la bendición de su eminencia Jorge Cardenal Urosa Savino, un total de 700 jóvenes dispuestos a ir al seminario en cualquier parte del mundo, “más jóvenes que en Estados Unidos”, exclamaba Kiko sorprendido de la cantidad, incluso se atrevió a decir que superarían a todas las demás naciones juntas que había visitado.
Luego siguió el llamado a las chicas dispuestas a consagrar su vida, a orar por el mundo que sujetan la iglesia a través de la vida religiosa o de clausura en algún monasterio. Superando la cantidad de chicos, en esta ocasión unas 750 jóvenes y mujeres respondieron al llamado de Jesucristo a través de este encuentro nacional.
Por último, el más novedoso de los llamados vocaciones, fue para las familias presentes que estaban dispuestos a ir cualquier parte del mundo con sus hijos a vivir pequeñas comunidades, donde respondieron 1300 familias para ir a cualquier parte del mundo a anunciar el evangelio.
El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Las palabras conclusivas del encuentro nacional “Tierra de Gracia” estuvieron a cargo de su eminencia, Jorge Cardenal Urosa Savino, quien no dejó de manifestar su alegría y estar complacido por este encuentro de fervor religioso, de unidad eclesial, de entusiasmo misionero, de manifestación de esperanza.
En nombre de los obispos venezolanos y el suyo propio, aprovechó para agradecer la visita y reiterar la bienvenida a Venezuela a Kiko Argüello. “Este encuentro ha sido un llamado a la conversión, respondiendo al inmenso amor de Cristo que se ofreció en la cruz para nuestra salvación”, se refirió el cardenal Urosa, secundando el mismo llamado que había hecho Kiko Argüello a los presentes. Para el obispo de Caracas y cabeza de la iglesia venezolana, el encuentro sería histórico para todos los presentes, porque reafirmaba los elementos fundamentales para los carismas del camino, el empuje misionero y evangelizador en un tiempo de secularismo agresivo y hostilidad a la religión, especialmente al cristianismo, la religión más atacada.
“Este encuentro reafirmará el carisma de la grandeza, dignidad e importancia de la familia, cuna de la vida y de la iglesia en el mundo, el camino neocatecumenal es en el mundo y en la iglesia, especialmente en esos países de militarismo secularizante un baluarte y al mismo tiempo vanguardia de promoción de la auténtica familia cristiana”, exclamó su eminencia, y dando la bendición concluyó su participación.
Despedida
“Bien hermanos, ¿qué decíos? Que viva Venezuela y que recéis por mí, por el padre Mario y por Carmen, y si no nos vemos otra vez, nos vemos en el cielo, allí nos esperamos unos a otros”, de esta manera Kiko Argüello ante los 25 mil venezolanos de las comunidades neocatecumenalesse despedía ondeando la bandera nacional, luego tomando su guitarra cantó “id y anunciad a mis hermanos”, mientras todos danzaban coreando “ved que yo estoy con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo”.
Fuente y Fotos: Prensa CEV 
Nota de Mario Pérez Chacín 28 de marzo de 2017 
Publicado por: O.R 29.03.2017






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